Resultados de la enfermedad por coronavirus 2019 en pacientes con neuromielitis óptica y trastornos asociados

Muchas personas con trastornos neuroinmunes raros pueden estar preocupadas por su riesgo de COVID-19 y si tienen un mayor riesgo de enfermedad grave que aquellos sin un trastorno neuroinmune raro. Louapre y sus colegas realizaron un estudio con aquellos con trastornos del espectro de neuromielitis óptica (NMOSD) y enfermedad de anticuerpos MOG (MOGAD) que tenían un diagnóstico confirmado de COVID-19 o un diagnóstico de alta sospecha de COVID-19. Incluyeron 15 pacientes de 11 centros en Francia.

5 pacientes fueron positivos para anticuerpos contra acuaporina-4, 5 fueron positivos para anticuerpos MOG y 5 fueron negativos para ambos anticuerpos. Los 15 pacientes tomaban algún medicamento para reducir el riesgo de recaídas, que incluía 9 pacientes con rituximab, 1 con ofatumumab, 2 con azatioprina y 3 con micofenolato de mofetilo.

Los síntomas de COVID-19 más comunes que experimentaron fueron debilidad/falta de energía (80 %), fiebre (66.7 %), tos (46.7 %), pérdida del olfato o del gusto (46.7 %), dolor de cabeza (40 %), dificultad para respirar ( 40%) y problemas digestivos (40%). 5 de los 15 pacientes requirieron hospitalización, y 2 necesitaron soporte de oxígeno. Los 5 de los que fueron hospitalizados estaban en rituximab. Un paciente, un hombre de 24 años que tomaba rituximab, estuvo en ventilación mecánica en la UCI durante 44 días, y su único factor de riesgo potencial informado para enfermedad grave fue un IMC de 40. En general, los que fueron tratados como pacientes ambulatorios fueron más jóvenes, tenían una puntuación de discapacidad más baja y una enfermedad de mayor duración que los que necesitaban hospitalización. Los que estaban hospitalizados habían recibido una infusión de rituximab más recientemente (la mediana de tiempo desde la última infusión fue de 3 meses) que los que no estaban hospitalizados (5 meses).

El Dr. Benjamin Greenberg, miembro de la Junta Directiva y del Consejo Médico y Científico de SRNA, señaló: “Este documento se suma a nuestra comprensión del impacto de COVID en nuestra población de pacientes con enfermedades raras. Si bien no podemos sacar conclusiones firmes sobre el riesgo relativo de desarrollar complicaciones por COVID-19, hay tendencias en la literatura que asocian tasas más altas de hospitalizaciones con terapias anti-CD20 (como rituximab). Se requiere más investigación para determinar si esta asociación es real y si existe un motivo de preocupación en los pacientes que toman estos medicamentos”. 

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