Nuestra experiencia de campamento familiar SRNA

Esta fue la segunda vez que nuestra familia asistía al campamento en CCK y nuevamente fue una experiencia increíble. Ser una familia en la que uno de los hijos tiene una lesión medular dificulta las vacaciones. No solo necesita planificar para que las actividades sean accesibles para ese niño, sino que también debe planificar las citas médicas, los horarios de trabajo, la escuela, los presupuestos, etc., todo mientras trata de mantener a todos entretenidos y felices. ¡Puede ser estresante! Entonces, cuando salieron las solicitudes para el campamento familiar CCK SRNA este verano, nos lanzamos.

El campamento elimina casi todo ese estrés. En CCK encontramos que todo era accesible para Emmalyn, que tiene 9 años. Había un horario establecido para seguir y guiar a nuestra familia cada día. La siesta era un momento perfecto todos los días para que los niños tuvieran un poco de tiempo libre y para nosotros, los padres, sentarnos en silencio y refrescarnos.

El campamento de SRNA le dio a nuestra familia tiempo para vincularse y divertirse juntos. Fue agradable poder reconectarnos con familias que habíamos conocido dos años antes. Ayuda poder hablar con ellos sobre muchas de las mismas luchas que todos enfrentamos. También encontré mucha alegría al ver a Emmalyn “encajar” con todos los demás niños. Parecía relajada y tranquila sabiendo que no era la diferente en una habitación llena de sillas de ruedas y muletas, al menos durante cuatro días.

La otra parte muy importante del campamento fue reunirme con el equipo de médicos. Conocer todas las nuevas investigaciones que se están realizando es alentador. Aún más importante fue la oportunidad de detenerlos en cualquier lugar donde los vieras en el campamento y ejercitarlos, quiero decir, hacerles mis preguntas. No me pidieron mi tarjeta de seguro ni que pagara mi deducible médico antes de poder hacerles una pregunta. Saber que realmente están escuchando mis preocupaciones sobre mi hijo significó mucho para mí.

Entonces, después de días llenos de paseos a caballo, juegos desordenados, tiro con arco, carpintería, bolos, paseos en bote, cocina, canto y mucha más diversión, estamos en casa. Estos son recuerdos que nuestra familia apreciará y por eso estamos muy agradecidos.

~ La familia Vander Wal