Leland
Diagnóstico: Encefalomielitis Diseminada Aguda
Nebraska, Estados Unidos
Todo comenzó con un dolor de cabeza que supusimos que era por luchar demasiado. Como cualquier niño de tres años y medio, a Leland le gustaba jugar duro y ser todo un niño. A medida que avanzaba la semana, vimos más y más cosas que no cuadraban. Hicimos varios viajes al consultorio del médico, sin ninguna razón real para sus síntomas que parecían ir y venir. Pérdida intermitente del habla, del equilibrio y verdadero agotamiento.
Era la noche de Pascua de 2013, cuando hicimos nuestro primer viaje a urgencias. Apenas había podido buscar huevos de Pascua esa mañana antes de volver a dormirse. Cuando llegamos a la sala de emergencias, estaba actuando bien. Después de decidir que Leland se veía bien en ese momento, decidimos que haríamos atención ambulatoria al día siguiente. Fuimos a casa y lo acostamos. A la mañana siguiente, lo despertamos gritando, sin poder caminar ni siquiera decirnos qué le pasaba. Lo llevamos de regreso a urgencias, donde los médicos decidieron que necesitábamos más atención. Luego fuimos en ambulancia al Hospital Infantil de Omaha. Cuando llegamos, no podía hablar ni moverse.
Después de las pruebas que descartaron la meningitis y otras opciones, nos dieron el diagnóstico de ADEM y nos dijeron que nos preparáramos para una recuperación prolongada, incluido el tiempo en un centro de rehabilitación. Los esteroides intravenosos y muchas terapias estaban funcionando. Todos los días podíamos ver el increíble progreso que estaba haciendo. Pudimos vencer las adversidades y caminar (tambaleando pero caminando) fuera del hospital después de ocho días. Pasamos ocho días lejos de Aubree, nuestro bebé de 10 meses. La única vez que la habíamos dejado. Luego, Leland siguió con fisioterapia ambulatoria, terapia ocupacional y terapia del habla. Todos los días nos levantamos bendecidos por tener una recuperación tan increíble y nuestro pequeño niño de regreso.
Leland tiene un amor por la ciencia y las matemáticas. Quiere ser veterinario cuando sea grande. Todavía tenemos efectos persistentes de ADEM, pero eso no lo detendrá. Su actividad favorita es escalar todo lo que pueda encontrar y andar en bicicleta por todas partes. Es muy activo y nos mantiene alerta.
Nuestra esperanza es que en el futuro haya más conciencia sobre estas enfermedades en los hospitales de áreas más pequeñas. Solo gracias a la rápida acción de nuestro médico que nos envió a un hospital más grande, pudimos obtener un diagnóstico tan rápido. Creemos que su rápido diagnóstico es la razón de la asombrosa recuperación de nuestro hijo.
lucio megan
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