ON
Diagnóstico
Generalmente, un diagnóstico clínico de ON se basa en los hallazgos de la historia y el examen. Aunque la desmielinización es su causa identificable más común, muchas otras causas de neuropatía óptica pueden parecerse a la ON, y el diagnóstico erróneo no es infrecuente. Las pruebas de diagnóstico suelen estar dirigidas a excluir otras causas de pérdida visual en casos atípicos y evaluar el riesgo de EM posterior. Una evaluación temprana es esencial para asegurar que la recuperación visual haya comenzado y para reconsiderar el diagnóstico si no es así.
Como se mencionó, en los casos típicos de ON, la mejoría visual ocurre dentro de las 2 a 3 semanas, independientemente del tratamiento. Por lo tanto, en casos típicos, que no muestran signos y síntomas clínicos adicionales de una enfermedad sistémica, el valor de las pruebas de diagnóstico es bastante bajo. Sin embargo, si hay signos y síntomas atípicos (es decir, presentación bilateral, menor de 15 años o posible infección) que sugieran un diagnóstico alternativo, se debe realizar una evaluación completa.
La resonancia magnética se usa para tomar imágenes del cerebro y las órbitas para confirmar el diagnóstico de ON. Sin embargo, el valor real de la resonancia magnética en la ON típica no es obtener imágenes de los nervios ópticos, sino obtener imágenes del cerebro como un indicador de pronóstico para el desarrollo futuro de la EM. A menudo, la resonancia magnética del cerebro muestra anomalías o lesiones de la sustancia blanca, que son características de la EM: lesiones ovoides, periventriculares y de más de 3 mm que indican un mayor riesgo de desarrollar EM.
La punción lumbar generalmente no se considera una prueba diagnóstica esencial en la NO, pero debe considerarse en casos atípicos. Aproximadamente del 60 al 80 por ciento de los diagnósticos de ON muestran anomalías inespecíficas en el líquido cefalorraquídeo (LCR). Además, del 56 al 69 por ciento de las personas también muestran bandas oligoclonales (OCB) en su LCR, lo que implica un mayor riesgo de desarrollar EM. Sin embargo, dado que la OCB está estrechamente relacionada con las lesiones de la sustancia blanca que se observan en la resonancia magnética, la presencia de OCB no tiene una gran importancia pronóstica.
Finalmente, la tomografía de coherencia óptica (OCT) también se usa comúnmente para detectar ON. La OCT mide el grosor de la capa de fibras nerviosas de la retina y detecta adelgazamiento en el 85 por ciento de los pacientes con ON. Si bien los valores más bajos se correlacionan con un resultado visual deteriorado, su utilidad como herramienta de pronóstico es limitada debido al hecho de que los valores anormales no aparecen hasta que desaparece la inflamación temprana. La OCT también es importante ya que varios estudios han encontrado que una mayor gravedad de la lesión del nervio óptico, observada en la OCT, sugiere NMOSD en lugar de ON asociada con la esclerosis múltiple.
Las pruebas de diagnóstico adicionales utilizadas para detectar ON o evaluar el riesgo de otras afecciones incluyen la angiografía con fluoresceína, la respuesta evocada visual, el autoanticuerpo sérico específico de Aquaporin-4 y el anticuerpo anti-MOG.